Carta abierta a los actores, gestores culturales y a la opinión pública

La desidia hacia Kuélap y hacia nuestro Patrimonio Ciudad de Cusco, 14 de abril del 2021 El pasado domingo 10 de abril colapsó la muralla sur de la fortaleza milenaria de Kuélap.

la joya turística y arqueológica de todo el noreste del país. Este hecho catastrófico ha sido viral por la magnitud del colapso y por la importancia del sitio, pero ¿cuántos realmente le dedicamos un día entero a investigar por qué ha sucedido esto y qué otros sitios se encuentran en estado similar?

¿cuántos fuimos a nuestro sitio arqueológico más cercano para ver su estado actual? ¿cuántos nos pusimos en contacto para empezar a generar estrategias de protección de nuestro patrimonio? Para la mayoría, el colapso de Kuélap fue una noticia más por la que indignarse para luego seguir con nuestras vidas. Una más a la lista de lo que dijo tal congresista, lo que robó tal alcalde y lo que pasó en tal avenida de Lima. No obstante, esto es diferente; con la herencia histórica no se juega. CON EL PATRIMONIO NO SE JUEGA. Lo que se encuentra amenazado y sumido en el completo abandono es el ADN de nuestra civilización, que poco a poco va colapsando como los muros de Kuélap, como las casonas virreinales de Cusco y de Barrios Altos en Lima, como el olvidado Qhapaq Ñan y como miles de otros bienes patrimoniales que la misma ciudadanía va destruyendo y que a las autoridades no les interesa. Y esto no ocurre solamente con nuestro Patrimonio Material; lo mismo puede decirse de nuestro Patrimonio Inmaterial (lenguas, danzas, costumbres y leyendas) y de nuestro Patrimonio Ambiental (especies marinas, plantas medicinales, ecosistemas amazónicos y fluviales). Esta carta no busca salir a denunciar a las instituciones y autoridades culpables, que sólo saben lavarse las manos e implementar medidas reaccionarias cuando erupcionan las emergencias. Esta carta es un llamado a la movilización para proteger nuestro legado histórico y lo único que nos hace ser todavía un gran país.

El Patrimonio Cultural no es una decoración que se muestra en los desfiles ni le pertenece a ninguna institución o marca Perú. Es parte de la vida de miles de familias que progresan gracias a la herencia histórica que nos han dejado; desde operadoras de turismo, hasta agricultores, artesanos y trabajadores gastronómicos. El Patrimonio es fuente de vida, razón de nuestra identidad cultural y del mejor desarrollo económico que podríamos tener, uno que sea sostenible ambientalmente pero que también nos fortalezca social y culturalmente. Este País saldrá adelante cuando se reconozca heredero de los territorios más ricos y de las civilizaciones más magníficas que han existido. Sí, tenemos que invertir en educación, pero, sobre todo, educarnos a nosotros mismos a cuidar de nuestra cultura y de nuestra historia; de lo contrario, nuestros hijos ni siquiera la conocerán. Recibimos millones de turistas al año, pero no le damos cuidado ni importancia al Patrimonio que nos lo hace posible. Nos llamamos el país con la mejor gastronomía del mundo, pero no damos apoyo a los agricultores que hace miles de años están domesticando las especies más alimenticias del mundo, dejamos que otros se apropien y lucren con nuestras especies nativas y seguimos destruyendo nuestros ecosistemas para sacar un provecho momentáneo. Sostenibilidad es satisfacer nuestras necesidades y asegurar que las próximas generaciones tengan las mismas oportunidades de satisfacer las suyas. Y, para que quede claro, el Patrimonio es la única vía de desarrollo sostenible.

Atentamente, Patronato de Cultura Machupicchu Red Nacional de Mujeres Emprendedoras y Empresarias del Perú – Renamee Perú Cámara Nacional de Transporte Turístico del Perú – Canttur Perú

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